Joxelu Lopetegi

Soñador, romántico, filósofo… soy todo eso antes que txarkutero, o, todo eso es necesario para hacer la charcutería que yo busco. La ilusión es el componente más importante del proyecto Xubero, y que todo ello se refleje en el producto.

1987: Un giro inesperado

Terminé mis estudios de automoción a los 19 años, tuve la oportunidad de ser socio de una empresa fuerte, podía tener la vida «solucionada»… pero no podía apagar mi atracción por la charcutería.

1991: el obrador era mi casa

Hice la prueba en una carnicería y ya lo tenía claro: «¡esto es lo mío! Quiero ser txarkutero «. Empecé a crear, a elaborar los productos de otra manera, y ese obrador se convirtió en mi casa. Siempre estaba aprendiendo, probando, jugando a crear, a cometer errores, a mejorar; disfrutando.

1996-98: autodidacta y maestro

Me sentía realizado haciendo lo que me gustaba, experimentando y cuestionando lo que se hacía “como siempre”. Estudié charcutería en Baiona (norte) y en la escuela Aiala de Arguiñano en Zarautz. Docenas de cursos después, hasta ser yo el que impartía clases y hacía trabajos de asesoría. 

2001: marca Xubero

En 2001 comenzó a cocerse la pequeña empresa Xubero, con unas ganas inmensas de dedicar el conocimiento y la ilusión a una marca. Con el equipo de cinco personas hemos realizado una bonita trayectoria, convirtiendo la marca Xubero en sinónimo de placer, calidad, mimo y creatividad. Eso somos Xubero.
Txarkutero y Autor

Mi trabajo tiene mucho peso en mi vida, de hecho, mi forma de ser, en gran medida, es generado por ello. Xubero forma parte de mi vida y quiero compartir esta parte de mi vida con vosotros.

Creativo

No estar cegados económicamente es la clave: beneficio, beneficio, beneficio… porque eso limita, eso no permite desarrollar la creación y trabajar a gusto. La creatividad es mi vida y mi forma de ser feliz.

Soy Joxelu,
Pero somos Xubero

Hablo desde el “yo”, pero yo no soy sin este equipo de trabajo. Somos Xubero, para vosotros

El cuaderno de Joxelu

Mi cabeza no para, siempre hay algo queriendo cuajarse. Para ello tengo el cuaderno de Joxelu en la mesilla; mi carpeta de apuntes. Me gusta apuntar ideas, cualquier cosita. Al fin y al cabo, los grandes productos siempre han nacido así, de un embrión de idea. Disfrutaré mucho abriendo este cuaderno para vosotros.
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